Un cigarrillo en la mano,
una sonrisa escondida,
labios cargados de promesas
y un corazón que no olvida.
Ojos fijos en el horizonte, salía el sol
acumulando más miradas sin sentido.
Rutinas, deberes, obligaciones, pero no admiraciones.
Abierta a la vida sabía que sus tristezas desaparecían.
Su piel de gallina, sensible a todo tacto
gozaba en el regazo del silencio.
Ya nada importaba, la vida entre sus manos se escapaba
y el miedo en su extraña mente moraba.
Los primeros rayos se acercaban
y a una retina humedecida suavemente tocaban,
emociones regocijaron su alma
y los sueños por momentos cobraron esperanza.
Tirada en el vacío su imaginación volaba
recuerdos a su mente acechaban
tratando de escapar, cada vez se hundía más,
un sueño del que no se sale más.
Un frío suspiro corrío por su espalda
"inspiración" la llamaba
callada en su mundo viajó
y la vida de otra forma la vió
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